Comparecencia ante la Cuarta Comisión de Naciones Unidas (4 de octubre, Nueva York)

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Javier Bardem

Productor y conductor del documental «Hijos de las nubes.La última colonia», premio Goya 2013 al mejor documental.

Comisionado ante la Comisión de Descolonización de NNUU en 2011

 Damas y caballeros,

Estoy muy agradecido por esta oportunidad y por el privilegio de poder hablar hoy ante la Cuarta Comisión. Estoy aquí como ciudadano independiente. No estoy afiliado con ningún partido político ni represento a ningún gobierno.

Es nuestro deber como ciudadanos recordar a nuestros líderes cuáles son sus responsabilidades cuando se producen injusticias. El pueblo del Sáhara Occidental sufre represión en el territorio ocupado y sufre en campos de refugiados en el desierto del Sahara, donde han sido olvidados durante décadas. Pero nadie escucha su sufrimiento. Se prometió al pueblo saharaui un referéndum sobre el futuro de su país, hace 20 años. Todavía hoy siguen esperando la oportunidad de ejercer su derecho.

He visitado los campos de refugiados saharauis. Son un pueblo con una gran dignidad y una gran resistencia, pero es una desgracia internacional que generaciones de saharauis nazcan, vivan y mueran en estos campos, mientras sus compatriotas sufren bajo represión en el territorio ocupado. El pasado mes de noviembre, una protesta pacífica en la que los saharauis reclamaban mejores condiciones de vida fue violentamente reprimida por la policía marroquí. Se han reportado nuevas represiones violentas en el territorio ocupado en los últimos días, pero casi nadie ha tenido noticias de estos abusos, porque periodistas y organizaciones de derechos humanos no tienen acceso al territorio.

Según un informe del Alto Comisionado de Derechos Humanos, el abuso de los derechos humanos de los saharauis es continuo. A pesar de este informe y de sus claras recomendaciones, la misión de Naciones Unidas, presente desde 1991, no tiene el mandato de monitorizar derechos humanos. Es la única misión de Naciones Unidas desde 1978 que no tiene el mandato de monitorizar derechos humanos. Este mandato ha sido constantemente bloqueado por ciertos miembros del Consejo de Seguridad. Esta es una asombrosa e inaceptable omisión, y quiero hacer un llamamiento al Consejo de Seguridad y al Alto Comisionado de Derechos Humanos para que instituyan inmediatamente la monitorización de derechos humanos en el territorio.

Países que se proclaman defensores de los derechos humanos y la democracia no pueden seguir ignorando al Sahara Occidental. Si las Naciones Unidas no pueden proteger a un pueblo ocupado, ¿quién puede?

La situación del Sahara Occidental es una grave injusticia, una violación de la legalidad internacional y de nuestro sentido del bien y del mal. Otros países han calculado sus intereses económicos y políticos, pero han ignorado el gran coste humano. Se ha permitido que Marruecos posponga indefinidamente el referéndum.

La Unión Europea y los Estados Unidos parecen haber decidido que pueden ignorar esta situación y que Naciones Unidas resolverá el problema, pero está claro que después de 20 años de negociaciones, no lo ha resuelto.

El enviado especial de Naciones Unidas, Christopher Ross, debe recibir el apoyo de todos los países que dicen respaldar los valores de la democracia, la legalidad y la justicia. Mi propio país, la primera potencia colonizadora del Sahara Occidental, tiene una responsabilidad particular, al igual que todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Debemos decir a las partes “Ya basta, no más retrasos, no más negociaciones sin sentido, ha llegado la hora de alcanzar una solución justa”. Se debe fijar una fecha límite, y ésta debe ser respetada.

La “Primavera Árabe” nos ha dejado un claro mensaje: el pueblo debe hablar. La ONU y la comunidad internacional prometieron a los saharauis el derecho a hablar hace veinte años. Esa promesa debe ser cumplida ahora. El sufrimiento del pueblo del Sahara Occidental debe ser observado por la ONU, y mostrado al mundo. Sólo hay un modo de poner fin a ese sufrimiento: el pueblo del Sahara Occidental debe hablar.

Muchas gracias.