Éste es el caso de Aminetu Haidar, una activista saharaui por los derechos humanos a la que hoy Marruecos le niega el retorno a su tierra, El Aaiún, impidiéndole el reencuentro con su madre y sus dos hijos. El estado regido despóticamente por Mohamed VI ya intentó minar su espíritu combativo, sometiéndola durante cuatro años a crueles torturas y vejaciones en una cárcel marroquí.
Hoy Aminetu, en pleno siglo XXI, con la salud muy debilitada por los abusos de un Marruecos eminentemente patriarcal, reclama el pasaporte y los papeles que le fueron arrebatados. Son muchos los que han brindado su apoyo a Aminetu: el premio Nóbel José Saramago, el músico Macaco, el coordinador general de IU, Cayo Lara, o Guillermo Toledo, en representación de la plataforma de artistas “Todos con el Sahara”, entre otros. Muchos somos conscientes de la importancia de proteger a mujeres como Aminetu, o como Sukeina Idrissi, o como Sultana Jaya. Sin embargo, el Gobierno español mira hacia otro lado, negando la asistencia a estas luchadoras que sufren una doble presión: por su compromiso político y por su condición de mujer.
Desde el Observatorio Aragonés para el Sahara Occidental y la Asociación de la Prensa de Aragón queremos recordar a esas heroínas que pacíficamente se enfrentan día a día con la violencia política y machista. No estáis solas.
Blanca Enfedaque Losantos