El grupo de trabajo de la ONU sobre detenciones arbitrarias que recientemente se desplazó a Marruecos y el Sahara Occidental dio una rueda de prensa en Rabat el pasado día 18 de diciembre en la que, entre otras cuestiones, destacó el caso de Mohamed Dihani y los presos políticos de Gdeim Izik.
De Dihani, y otros condenados, se afirmó explícitamente que fueron condenado sobre “la única base de los informes elaborados por la policía durante una detención en el que fueron sometidos a torturas”, asimismo añadieron que “las confesiones hechas sin la presencia de un abogado y sin ningún tipo de garantía legal no pueden ser admitidas como prueba en el proceso penal, sobre todo si se obtuvo la confesión durante el período de detención”.
Respecto a los presos políticos de Gdeim Izik “el Grupo está preocupado por la situación de las 22 personas que se encuentran detenidas en la prisión de Salé 1 después de haber sido condenados por un tribunal militar tras los acontecimientos relacionados con el cierre de Gdeim Izik en noviembre de 2010. El Grupo de Trabajo reitera que la jurisdicción de los tribunales militares debe limitarse únicamente para juzgar los delitos militares y exclusivamente militares.”
El Grupo de Trabajo presentará su informe sobre su visita al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra en septiembre de 2014.