«La policía aporreó la puerta de casa y me metieron en un bus para salir del Sáhara»

Heraldo de Aragón

RUBÉN DARÍO NÚÑEZ

12 junio 2019

 

La policía marroquí expulsa del Sáhara a la fotoperiodista aragonesa Judith Prat. Con una gran experiencia en conflictos, asegura que es la primera vez que le obligan a abandonar un país.

 

«La policía empezó a aporrear la puerta de la casa donde estaba alojada y a gritar. Me dieron solo cinco minutos para salir y luego me metieron en un autobús para que abandonara el territorio. No me dieron ninguna otra opción». Así vivió la fotoperiodista aragonesa Judith Prat (Altorricón, 1973) su violenta expulsión del Sáhara Occidental por parte de la policía marroquí.

Prat ha trabajado temas como el conflicto armado y las minas de coltán en RD del Congo, la extracción de petróleo en el delta del Níger, la violencia de Boko Haram en Nigeria o las condiciones de los refugiados sirios en países vecinos. Sin embargo, aseguró que «nunca» le habían expulsado de un país. «Es la primera vez que me ocurre a mí, pero por desgracia es una práctica habitual de Marruecos«, denuncia.

La fotoperiodista ha recibido numerosos galardones nacionales e internacionales, entre ellos el premio del suplemento ‘Artes & Letras’ de HERALDO en la categoría de Fotografía en 2017. En marzo participó en la Lonja de Zaragoza en la muestra colectiva ‘Cierta luz’, que recogía el trabajo de 52 fotógrafas aragonesas. También en 2018 expuso ‘Expolio’ en el Centro de Historias de Zaragoza, una investigación sobre la génesis y las consecuencias de los conflictos del Congo y Nigeria.

Judith Prat había viajado para impartir un curso de cinco días sobre fotoperiodismoal colectivo de reporteros saharauis de Equipe Média, el único medio de comunicación de la zona. Llegó a El Aayún, capital del Sáhara Occidental, el martes por la noche, sobre las 21.00, tras un largo viaje en autobús desde Dajla. Sus compañeros de Equipe Médica la fueron la buscar y la trasladaron al domicilio de Said Amidan, del mismo equipo de periodistas saharauis, donde se iba a alojar.

Sin embargo, cuando llevaban dos horas, llegó la policía marroquí con varios vehículos. Los agentes no uniformados que habían acudido al lugar obligaron a los periodistas de Equipe Média y a Judith Prat a salir de la casa y permanecer separados. Hicieron que la fotoperiodista subiera en un vehículo y la condujeron de regreso a la estación de autobuses para expulsarla rumbo a Agadir. Antes la interrogaron, «primero en un tono suave, que fue volviéndose más hostil», aseguró.

Le pidieron el móvil para ver su contenido y le hicieron preguntas sobre los periodistas de Equipe Média y su trabajo. Pero se negó y solicitó hablar con el consulado y la Embajada española «y entonces ya se moderaron y me dejaron marchar», recordó.

Este miércoles se encontraba ya en Marrakech, lista para tomar un vuelo de regreso a España. «Yo estoy bien, pero lo que nos preocupa es la seguridad de los periodistas en el Sáhara Occidental porque están en un peligro constante con las fuerzas de ocupación, que no respetan sus derechos y libertades», denuncia. Por ello, mostró su admiración hacia sus compañeros, «porque se juegan el tipo cada día por informar».

Ya prepara su próximo viaje a Mozambique a finales de mes para realizar un trabajo sobre los conflictos en las tierras con cultivos y las violaciones de derechos humanos contra los campesinos.

Reporteros Sin Fronteras expresó todo su «apoyo» a Judith Prat y a todos los periodistas que ejercen su labor en el Sáhara y condenó «la nueva muestra de ceguera del régimen marroquí» y su ataque a la libertad de prensa.

 

(Fotografía de Judith Prat, durante su última exposición en el Centro de Historias. Oliver Duch)