Espacio 3. El Periódico de Aragón.
El regreso a la guerra afecta a la población saharaui. Un estigma se cierne sobre ellos por considerarles Marruecos una quinta columna del Polisario. En este contexto la situación se agrava para las defensoras de derechos humanos: mujeres sometidas a estricta vigilancia por la policía. Desafiar la ocupación también es alzarse contra ese papel más pasivo que las autoridades de ocupación les otorga en su imaginario de sociedad.
Durante estos meses han destacado los abusos cometidos contra Sultana Khaya. Junto a su familia llevan meses bajo arresto domiciliario en Bojador y ha sido objeto de agresiones de la Policía. Amnistía Internacional tiene abierta una acción urgente a la que sumarse en su página web.
Otra mujer, Monina, la madre coraje del preso político Mohamed Lamin Haddi, periodista de Equipe Media que lleva más de 10 años en la cárcel por el caso de Gdeim Izyk, lejos de su familia y en huelga de hambre durante 70 días hasta que han empezado a alimentarlo por la fuerza. Ella fue a visitarlo a Marruecos y la detuvieron por intentar hablar con él.
La periodista de Equipe Media, Nazha Elkhalidi, judicializada y detenida en diferentes ocasiones, recientemente ha sido sometida a insultos y amenazas en su domicilio, donde no se le permitió salir ni recibir visitas. En diciembre su boda con el periodista Ettanji fue objeto de acoso con 200 agentes de la policía y fuerzas paramilitares rodeando su casa.
(Fotografías de Equipe Media)